Polimachia

No somos sino bestias de guerra, mavortia pectora. Luchamos por nosotros o por aquellos a quienes adoramos – tengan cuerpo o sean sólo sombra. Cantamos al brindar con sangre, y cuando la cortesía padece de arrogancia o deseos compartidos por corazones enfermos de celosía, un mono- no basta, recurrimos pues a la polimachia.