Visto

Me han visto ya. Se montan sobre mi figura. Analizan, buscan sintetizar. No me queda sino esperar el fin de la reunión entre aquellos ojos con mi cuerpo y mi mirada. Aguardar la resolución final. No me gustan estos procesos. Recuerdo bien proclamarme contra "el burócrata" mientras formaba para entregar los papeles de una beca. Lo llamé incluso ser de las tinieblas, criatura cuyo horizonte de experiencia excedía al de quien lo miraba. Me superaba. Me habitó la misma voracidad que a Rimbaud al armarse contra la justicia. Nació en mí y persiste ahora. Ella como yo en mí y en ella. Entonces, habré de ser hablado. Si perdiese la vista y la escucha quizá dejaría de serlo, y de hablar por los demás. Probablemente hasta dejaría de hablar de ella. Tal vez entonces estaría más cuerdo. Por el momento, deberé atenerme a los procesos. A las implicaciones de ser visto. A la Justicia.