El hombre de la motoneta

Al verlo, aún de coche a moto en movimiento, me llamó la atención su apariencia. En mí quedó una impresión de su rostro, su casco de bicicleta amarillo y su motoneta, también amarilla. Recuerdo sus ropas desacomodadas, su saco y camisa semi-desfajada. Su casco igualmente fuera de posición, recostado sobre el lado izquierdo, que reflejaba un tamaño inadecuado para quien lo portaba. Producto de ello, su cabello escapaba por un lado de la pieza de protección y lo confirmo al verlo de nuevo sobre motoneta, esta vez mientras camino en la mañana. Al encontrarme con su mirada, presiento un gesto de reconocimiento. Pero suelo interpretar de más y no he visto a ese hombre de nuevo. Quizá no lo reconocería sin su casco de bicicleta y su motoneta.