Comienzo sin ánimo
Así éste, un amanecer singular. Escindidos los cuerpos por la mayor distancia desde su pretensión inaugural. Incluso ante tal situación, gravitan como lo han hecho desde hace meses, persisten quizá eternamente; pero la fuerza confrontada, ciega de intenciones, manifiesta su voracidad con sablazos cargados de olvido. Desorienta por instantes, agotando la fuerza de quien, por ésta mañana, distraído, ha abierto el ojo sin brío, entre sombras bajo uno de los últimos soles en el país querido.

