Aparición

Vienes a mí desde lejos
sin cuerpo
y apareces triunfal sobre el púlpito
del sueño con cobijas de recuerdo

deslumbrantes
cual si fueran tus ojos
este espejo sobre el cual me veo
llorando risas por cada cielo

que rajas violando nubes
destilando sangre con sutilísimos perfumes
desechando frutas fermentadas
por dioses insignes pero de mantas pardas

comparadas con tus miradas
por tantos hombres santificadas.

A los mismos santos llanto das
y reemplazas con el agitar de tus alas

de plumas de llamas
que al ondear sobre mi corazón tejen llagas
de aquellas sagradas confesiones
hechas por labios y pieles aunadas

donde si bien no radica tu seno
enraiza, eterno, en éste y otros tiempos
conservándose fuera de féretro
o bálsamo penetrante

hasta el fondo de mi recelo
que como macho terco perpetro
pronunciándote siempre desde lo alto
o bajo que sea mi ajetreo.