Una noche como ésta

Una noche como ésta, cuando también estaba solo, soñé convertirme en cadáver arrojado en un bosque. Una noche como ésta era yo un cadáver que nadie levantaría hasta que Gaia me absorbía para en hiedra horadar mi resurrección.

Una noche como ésta fui trepadora y adorné las paredes de una ermita abandonada. Una noche como ésta pasó todo aquello, mientras soñaba despierto.

A la mañana siguiente desperté de mi insomnio en medio del bosque, empapado, siendo el mismo ermitaño y no la madreselva imaginada sobre las paredes de mi casa.

Una noche como ésta, fui alguien más, y estaba solo.