Expiación

La brisa trae el olor a infinito.
Las olas, como días, galopan hacia mi vista.
Una detrás de otra detrás.
Me imagino ligero; sin pasado, sin futuro.
Entre las aves de mar estiro mis ropas
como si fueran alas.
Ahora el viento entrometido recorre mi piel:
El mundo me hace suyo.
Casi lo escucho murmurar –
"No temas".
No temo.
Extiendo mis brazos y cierro los ojos
en reverencia, eterna reverencia
a todas aquellas fuerzas superándome.
Les concedo poder absoluto sobre mi existencia
y nunca antes me había sentido tan libre.