Acidez

Acidez, sin jarabe que la cure.
Madre, abuela, hemanas rodean al moribundo,
Tejen palabras de consuelo con un par
De "te-lo-dije´s".
La más pequeña cuenta la muerte con sus pulgares,
Esperando el apapache de su amiga distante.
¿Qué utilidad tendrá una advertencia
Ya padecida la catástrofe?
Voz pírrica ante el familiar ensordecido.
Ya no habrá otra como ésta
Para darse por vencidas;
Pero estará la sombra
Siguiendo a la familia,
Conmemorando la victoria
Amarga sobre el vástago finado.