Quien no responde, I

Hablar con él, como si nos escuchara
Resulta el camino más sencillo hacia
La redención. Pretender una respuesta,
Un saboreo incondicional, una digestión
Limpia de culpas, nos inunda los ojos
De tranquilidad. Seda las ansias y las
Viste de gracia. Descompone trazos
Para en parcelas de viento, con polvo
De palabras, demarcar su territorio entre
Cercas de luz. Entonces ignoramos las
Sombras, resuenan más intensamente
Los clavos que los agujeros,
El metal que la herida;
Perdemos la voz, sin abandonar
El incesante baile labial, la mímica sonora
Redoblada a tono de oración.