Sacrificio y Penitencia

Ayer hubo un sacrificio colectivo
en mi ciudad natal.
Muchos de los míos
participaron e hicieron de la violencia
religión rezada en danza.

Yo paseé alrededor de la penitencia
en ésta ocasión; fui observador distante,
cabizbajo y sin aureola,
testigo de auricular y pantalla
de una experiencia que no me corresponde,
del eco de una pena que no es la mía.